¡Dejan de ser pareja, no padres!
El número actual de divorcios se ha triplicado desde 1960 (Harvey y Pauwels, 1999).
Y cada año más de un millón de niños están involucrados en divorcios.
El divorcio nunca es fácil para los niños, pero existen muchas formas de que los padres atenúen el impacto de esta situación. Muchas veces los padres no se dan cuenta del daño que le hacen a sus hijos, no al separarse pero si en la manera que lo hacen. Algunos se preocupan de sus propios problemas y no se percatan que son las personas más importantes en la vida de sus hijos.
Hay que darnos cuenta del estado de animo que presenta el niño tanto en la casa como en el colegio, y cual es su reacción hacia otros niños, fijarnos si el niño siente interés por las cosas que lo motivan y si se vuelve agresivo.Otros indicadores son el dormir mucho o poco, se comportan rebeldes. Los niños deben saber que su mamá y papá seguirán siendo sus padres auque el matrimonio acabe o no vivan juntos.
Las disputas entre quien se queda con la custodia de los niños y el presionarlos para que estén de parte de alguno de los dos es lo peor que se puede hacer, puede aumentar el daño que le hace el divorcio. La mayoría de los divorcios están precedidos por meses o años de disputas, ofensas, peleas, desamor, frustraciones y desilusiones. En un primer lugar las parejas empiezan con un maltrato verbal y físico y es terrible que los niños presencien estos actos porque los pueden dejar marcados y no verán el valor de la familia, se pueden perder valores.Los niños quedan asustados por las escenas sin saber qué hacer y se sienten desorientados, impotentes y tristes por la falta de control de los padres.
Los efectos del divorcio en el niño dependen de la edad, la madurez del niño, temperamento y ajuste psicológico y social antes del divorcio, También importan las formas en que los padres manejen los temas de custodia y los arreglos de visitas, las finanzas, el contacto con el padre que no tiene la custodia, etc.
"Los niños se ajustan mejor cuando el padre que tiene la custodia crea un ambiente estable, estructurado y formativo y no espera que los niños asuman más responsabilidades que aquellas para las que no están preparados". (Hetherington et al.,1989).
Si una pareja se encuentra en proceso de divorcio debe tomarse en cuenta que:
- El problema es con la pareja, nunca con sus hijos.
- La única forma que el niño no sufra es que los padres estén plenamente consientes de que deben explicarles la situación y decirles que independientemente de la decisión que tomen no dejarán de quererlos y ayudarlos.
- Si no hay más remedio que el divorcio, es preferible una separación amigable que una conflictiva por el bien de los niños.
- Hacer un esfuerzo por mantener una buena relación para apoyar y no perjudicar al niño.
- Nunca hablar mal de la otra pareja porque el niño sentirá que es directamente con él. Su autoestima bajará.
Aunque estén separados, la pareja ya no es pareja de matrimonio pero jamás deja de ser pareja de padres para sus hijos.
No hay que olvidar que los niños tienen necesidades básicas como la alimentación, la vestimenta, la educación, el cuidado de la salud, en realidad mucha atención. Los padres deberían brindar un ambiente de confianza, amor y respeto entre ellos para que los hijos se sientan seguros.
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