La alimentación como factor importante en el desarrollo infantil.
Muchos niños escolares tienen buen apetito y comen mucho más que los niños pequeños. Para sostener su crecimiento estable y ejercicio constante, los niños necesitan, en promedio, 2400 calorías diarias, más para los niños mayores y menor para los más chicos.
Se recomienda que coman muchos granos, frutas y vegetales los cuales son altos en nutrientes naturales. Y también deben consumir carbohidratos como lo son papa, pasta, pan, cereal, entre otros.
"Hay muchas formas de alimentarse, pero sólo una forma de nutrirse"
"Para evitar el sobrepeso y prevenir los problemas cardiacos, los niños pequeños deberían recibir sólo alrededor de 30% de sus calorías totales de las grasas y los productos lácteos deben permanecer en su dieta para proporcionar proteínas, hierro y calcio". (APP Committee on Nutrition, 1992).
Si el niño está o no bien alimentado durante los primeros años de su vida puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse, para aprender, para pensar analíticamente, socializarser efectivamente y adaptarse a nuevos ambientes y personas. Es base necesaria para un buen desarrollo físico, psicosocial de los niños.
Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser graves y duraderos. Puden impedir el desarrollo conductal y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud progresiva, debilidad en el trabajo diario.
En muchas ocasiones los padres por el deseo que sus hijos estes bien alimentados hacen de la hora de la comida el momento de más tensión en el hogar, con tensiones, reproches y angustia por la conducta del niño frente a los alimentos.
"Se come por necesidad, no por obligación".
El hambre que es la normal demanda del alimento, es diferente al apetito que es el deseo de alimentarse y darse gusto. La conducta alimenticia necesita una guía y nadie mejor que la madre para valorar este hecho de gran importancia en el crecimiento físico y emocional del hijo.
Aquí se les presenta algunos consejos de cómo hacer ante este problema:
- La hora de la comida debe ser agradable, placentera para el niño y no tomarla como una manera de castigo ni de amenaza.
- Puede motivarle pidiendole que lo ayude a poner la mesa y a servir.
- Deje que el se sirva la cantidad de comida que crea conveniente, así cada día más será mejor.
- No permita complacencias. La hora de la comida tiene su tiempo, lugar y un fin claro.
- Permitirle escoger el menú podría ser exitoso o un fracaso de su alimentación.
muy importante, es fundamental para el buen desarrollo del niño.
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